Que el espacio de tu vivienda no se ventile a diario puede comportar una serie de consecuencias desagradables, como, por ejemplo:
- Aumento de la humedad y sensación de aire cargado.
- Aumento de los gases tóxicos, especialmente en muebles y enseres.
-Proliferan las alergias, irritando las vías respiratorias a través del polvo y los ácaros.
En el artículo de hoy te damos algunos consejos para mejorar el ambiente de tu hogar y evitar todas estas problemáticas.
Dale a la ventilación la importancia que tiene.
Esta acción es un gesto sencillo y con unos efectos poderosísimos que te ayudará a renovar el aire del interior de tu vivienda. El tiempo ideal para ventilar tu hogar ronda alrededor de los 10 y 20 minutos al día (recomendable hacerlo más de dos veces al día). Si marchas pronto de casa y te resulta imposible ventilar, no olvides hacerlo cuando vuelvas.
Espacios como la cocina, el lavabo y los dormitorios suelen necesitar mayor ventilación que el resto de estancias debido a la energía, los olores y los vapores que acumulan.
Apuesta por las plantas de interior.
Las plantas de interior pueden ayudar a eliminar agentes tóxicos y mejorar la calidad del aire, además de su gran potencial decorativo. Además, colocarlas estratégicamente puede ayudarte a crear una atmósfera de bienestar.
Evita los aerosoles y productos químicos
Cada vez que utilices este tipo de producto estás liberando aire perjudicial (COV) para tu salud. Se recomienda reducir su uso a través de ambientadores, desodorantes y productos similares de origen naturales como, por ejemplo, el limón en bicarbonato, la canela, el vinagre o un ramo de rosas naturales.
La ventilación también puede ayudar a contrarrestar sus efectos.
Evita los tejidos sintéticos
Hay un gran número de textiles y tapicerías que poco a poco van desprendiendo químicos. Es recomendable optar por fibras naturales como algodón o lino. Así como evitar aspirar con frecuencia alfombras o sofás propensos a la acumulación del polvo y ácaros. Lleva a menudo la ropa de cama y las alfombras a lavar y, a poder ser, utiliza deshumidificadores, extractores o ventiladores.
Zonas libres de humo
En caso de que seas fumador, evitar hacerlo en el interior. No fumar en tu hogar no solo evitará concentrar el interior de todos los químicos que lleva el tabaco, sino que además eliminarás la posibilidad de que el desagradable olor se impregne en paredes, muebles y textiles.
Como has visto, la ventilación de tu casa es un hábito saludable que cuida de ti, de tu hogar y de los tuyos. Así que recuerda al dar la bienvenida a un nuevo aire en tu vivienda, así te sentirás fresco y crearás un ambiente más sano.
¡Esperamos que estos consejos te ayuden a mejorar la calidad del aire de tu hogar!