Después de pasar un largo tiempo encerrados en casa hemos podido descansar y disfrutar de nuestros hogares. Pero también hemos tenido tiempo para fijarnos en todos esos pequeños (o grandes) detalles que no nos gustan o que durante nuestro ajetreado día a día, no le dábamos la importancia que merece.
Estamos seguros de que en más de una casa, durante este confinamiento, se han vivido situaciones como: uno trabajando en la cocina y el otro en el comedor, ver cómo la factura de los suministros se dispara, no tener un espacio adecuado para que los niños jueguen, y seguramente la que más se ha notado… ¡No tener arreglada la terraza!