Existen una serie de pequeñas acciones que se pueden acometer en una vivienda para que sea lo más sostenible posible. Normalmente las casas, pisos y apartamentos en los que residimos no fueron planteados en su momento como entornos respetuosos con el medio ambiente. Por ello, vamos a ver cómo con unas sencillas modificaciones podremos convertir estos espacios en entornos cómodos, funcionales y sostenibles.

Gestos que marcan la diferencia Apuesta por placas fotovoltaicas. Al formar parte del colectivo de energías renovables son totalmente respetuosas con el medio ambiente y permiten mantener la energía de una casa sin problemas. Al contrario de lo que pueda parecer, no son tan caras como en sus inicios, y cada vez son más los hogares que las incorporan. Crea tu propio huerto urbano. Si dispones de un pequeño espacio podrás cultivar tus propios alimentos. Se fomenta de esta manera el autoconsumo de productos naturales, económicos y respetuosos con el medio ambiente. Cisterna de WC de doble descarga. Con ella se reduce el gasto de agua hasta en un 50% más con respecto a las tradicionales. Electrodomésticos A++. La calificación energética A++ es la máxima del mercado. Cada vez son más los electrodomésticos que la llevan, lo que significa que son aparatos capaces de realizar su función empleando la mínima cantidad de energía posible. Aunque en un principio puedan resultar más caros, su reducción del consumo eléctrico los amortiza a la larga. Aislamiento en puertas y ventanas. El sellado de las juntas o el empleo de dobles ventanas consiguen ahorrar enormemente en calefacción. El coste inicial de este cambio es sensiblemente significativo, pero conlleva un confort en casa pleno en cualquier época del año. Las buenas prácticas en casa consiguen reducir eficientemente el impacto producido sobre el medio ambiente. Es algo que está al alcance de todos, solo hay que saber cómo hacerlo.